martes, 13 de noviembre de 2007

Britney Vuelve Con Blackout

El que ríe último, ríe mejor, pensará la princesa (que nadie se atreva a quitarle el cetro todavía) Britney Spears con su nuevo disco entre manos, que rápidamente alcanzó los tops en el mercado discográfico mundial. “¿Quieren un pedazo de mí?”, ironiza ella en una de las canciones de Blackout, álbum con el que volvió a estudios tras cuatro conflictivos años.

Y sí, todos quisieron por demasiado tiempo un pedazo de ella. En estos últimos años, la joven Spears no pudo (o no quiso) evitar que la maternidad, sus matrimonios, los vicios, las rupturas sentimentales, los cortes de pelo, si está gorda y reventada o si usa o no bombacha, opaquen su carrera artística –corta pero intensa y exitosa– de princesa del pop mundial.

Este disco le tapa la mueca de sonrisa a todos: es brillante, como ella, aun en esta etapa oscura y a pocos días de que muchos auguraran el fin de su carrera tras un triste paso por los premios MTV. Allí presentó Gimme more, tema que abre el disco y que es un verdadero himno.

El disco tiene ritmo y es muy bailable, pero no sólo para saltar en una pista sino también para sentarse a escuchar lo que Britney tiene que decir –por ejemplo, que no lo que haga, “igual pondrán fotos de mi trasero en la revista”– y cómo lo dice.

Blackout es el pasaje de vuelta de Spears al mercado de la gran música, y de paso un exquisito modo de despistar a los paparazzi, hasta ahora demasiado ocupados de su vida privada.

Britney se ha ganado un tiempo más en el mundo del espectáculo. Cuando pasaron ocho años de aquel inolvidable Baby, one more time.

No hay comentarios:

Publicar un comentario